A una temprana etapa de su embarazo, Nelly tubo el pronostico de que su niña naciera con Síndrome de Down. Debido a este pronostico, su doctor le sugirió hacer un examen conocido como ‘La amniocentesis’. Este examen se compone de introducir, por el abdomen de la madre, una aguja que llega al útero. Del útero se extraen aproximadamente 30mL de liquido amniótico, el cual es examinado para concluir si el bebe viene con algún riesgo de determinadas afecciones. Es un examen efectivo, pero a la misma vez algo riesgoso debido a que la aguja puede llegar a perforar algún órgano de el bebe o puede causar desprendimiento. Por lo cual, Nelly decidió rechazar el examen. Lo único que quedaba hacer era realizar un examen de sangre. Durante este proceso Nelly escucho la voz de Dios decirle, “cree en mi”. Ella decidió creer en Dios, y pidió oración con el grupo de intercesión de la Iglesia Refugio Seguro. Al llegar los resultados, Nelly pudo testificar que EL PRONOSTICO HABIA SIDO REVERTIDO.

Finalmente, Nelly dio a luz a una niña a la cual nombro Victoria. A los 18 días de nacida, bebe Victoria comenzó con complicaciones de salud. Aun estando en casa Nelly pudo mirar como la niña desvaneció. En esos momentos Nelly simplemente encomendó la vida de su bebe en las manos de Dios diciendo, “yo no puedo hacer mas”. Para la honra y la gloria de Dios, bebe Victoria volvió en si. Aun con complicaciones de salud, bebe Victoria fue admitida a un hospital. Fue ahí en el hospital donde Nelly pudo mirar como su bebe desvaneció una vez mas. Los doctores comenzaron a hacer todo lo posible para reavivar a bebe Victoria, e incluso hablaban de conectarla a ciertos tubos médicos. En medio de su angustia y dolor, Nelly escucho la voz de Dios decirle, “no es tiempo de llorar, adora”. Nelly decidió obedecer la voz de Dios y comenzó a adorar. Dios honro la obediencia de Nelly, y bebe Victoria volvió en si una vez mas. No solo volvió en si, si no que también comenzó a mejorar de su salud. Bebe Victoria no necesito ser conectada a los tubos médicos, y en tan solo 10 días salió del hospital.

No es tiempo de llorar, adora.

Dios

Bebe Victoria continúo creciendo, pero a sus 6 meses de vida Nelly comenzó a notar que algo no estaba completamente bien. Bebe Victoria no parecía estar desarrollándose normalmente. Ella se encontraba en un estado de anemia, aun usaba pañales muy pequeños, y hacia movimientos involuntarios que por lo regular se conectan con alguna forma de autismo. Por estos motivos bebe Victoria fue referida con una terapeuta, y fue a través de las terapias que Nelly se dio cuenta que bebe Victoria aun estaba en una etapa de un bebe de 3-4 meses. Un día estando en la oración de Mujeres con Visión, Nelly escucho la voz de Dios decirle, “no es tiempo de gritar o llorar, adora y canta”. Aunque fue algo difícil, viendo como todas las otras mujeres se encontraban guerreando espiritualmente, Nelly decidió obedecer la voz de Dios una vez mas. Al instante, Nelly escucho la voz de Dios decirle, “yo ya lo hice”. Regresando a casa, Nelly comenzó a notar algo diferente en bebe Victoria. Algo parecía haber cambiado, y este cambio fue confirmado por la terapeuta. Bebe Victoria ya no hacia los movimientos involuntarios que parecían estar conectados con alguna forma de autismo. Desde ese día todo en la vida de bebe Victoria comenzó a cambiar. Ya no se encontraba en un estado de anemia, cambio talla de pañal, y su desarrollo se anivelo con su edad. El día de hoy, bebe Victoria ya no califica para alguna forma de terapia debido a que todo se encuentra perfectamente normal.